Homenaje y bendición a las madres de Villa Berthet

Oct 16, 2017 Multimedios Venus Locales 0

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El domingo 15 de octubre, durante las misas celebradas en la parroquia, se realizó un homenaje y bendición para todas las madres en su día, así como una oración especial por todas las madres fallecidas.
Al finalizar la celebración, las madres pasaron frente al altar y junto con unas imágenes proyectadas en la pantalla, se dio lectura a un texto de reconocimiento y gratitud. “No hubo fotos aquel día, cuando comenzaste a sentir los primeros síntomas del embarazo, cuando algunas cosas te dieron náuseas, o te mareaste, antes incluso de saberlo con certeza. Ningún medio periodístico registró las horas soñando el rostro de tu niño, las noches de insomnio imaginando su sonrisa, y preparando el corazón para recibirlo. No fue medida por ninguna máquina – que no existe – la mistura inexplicable entre dolor y gozo, entrelazados por el amor, del momento del parto, y de todos los demás momentos.
No recibiste ni recibirás ningún premio por levantarte cien veces cada noche, por amamantar con ternura, por acariciar con constancia, por enseñar con paciencia, por corregir obstinada esperanza. No te condecorarán por tener siempre todo listo, todo preparado. Por pensar en todos los detalles, por ocuparte de todo y de todos, siempre.
Ni tendrás una imagen en un salón de la fama por hacer la mejor comida, por recordar el postre favorito, por calentar la pieza, el baño y la cama, y por sobre todo el corazón. Por ser hogar en el hogar. No tendrás una calle que lleve tu nombre por curar tantas heridas, por secar tantas lágrimas, por apaciguar miedos, por inspirar arrojo y confianza. No te erigirán un monumento por tener tanta paciencia, ni por llorar ocultamente por lo que no puedes remediar. Ni firmarás autógrafos a diestra y siniestra por impulsar a cada quien a ser él mismo, a lanzarse a la vida, a salir del nido para hacer su propia historia, aunque eso, nuevamente, implique una mixtura inexplicable de dolor y gozo. El mundo en que vivimos tiene otros ídolos, otros íconos de plástico, con pies de barro, e incluso sin ellos… El mundo no te reconoce, pero déjame que te lo recuerde; ni uno sólo de esos gestos de tus manos y de tu corazón han pasado desapercibidos a la mirada de Dios. Él es el testigo único y agradecido de todo el amor que se transforma en tesoro en el cielo, tesoro que ya hoy puedes pregustar.
Él sabe también que muchas veces fallaste, y que si pudieras volver atrás, cambiarías muchas cosas. Pero su amor es misericordia, y su misericordia es esperanza y paz. Que en este día el amor del Padre y la ternura de María sean el mejor regalo que recibas, MAMÁ”
Una vez culminada la lectura, toda la comunidad católica reunida invocó el Espíritu Santo y luego el sacerdote impartió la bendición.
Para culminar el emotivo momento, se hizo una oración a Nuestra Señora del Carmen, modelo de madre.

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